jueves, 9 de diciembre de 2010

Crisis pelota de goma, crisis tomate aplastado


De esto ya hablé en el numero 6 de la Revista Sacme News pero me gustaria ponerlo aquí también. Si os acordais , cuando comenzamos a hablar de crisis allá por el 2008 había quien lo ponía en duda. Hoy ya nadie lo niega, pero seguimos especulando sobre si se ha llegado a tocar fondo o no. Realmente creo que empieza a ser lo menos importante, lo más importante es saber cuanto tiempo estaremos en el fondo.
Un emprendedor no puede hacer planes sin hacer una previsión realista de lo que sucedera en los próximos años...¿Cómo va a planificar la recuperación de una inversión? ¿Cómo va a acometer nuevos proyectos? Si no sabemos lo que nos espera en 6 meses en nuestra casa, y ni siquiera somos capaces de atrevernos a planificar las vacaciones... ¿Cómo va a realizar nuevas contrataciones un empresario?
Basta de componendas con la excusa de que no hay que asustar a los mercados, ni a los ciudadanos; estamos en una situación con apariencia de durar, ese es el marco en el que hay que situarse para poner en marcha la empresa.
Eso no significa que emprender sea imposible, sino que hay que ser realista para no terminar actuando por ocurrencias y sin previsión. Haber llegado al fondo no significa que empecemos a rebotar, esta es la diapositiva que pongo al principio de algunas charlas, ¿exagerada? ciertamente.

Después pongo una frase de Felipe Gonzalez para ilustrarlo:

"Es verdad que estamos tocando fondo, pero eso no quiere decir que podamos salir de la crisis. Podemos arrastrarnos por el suelo durante 10 años. Japón, por ejemplo, lleva 12 años
Felipe Gonzalez Ex presidente del gobierno.'Respuestas a la crisis' organizada en Gran Canaria por la Cámara de Comercio de Las Palmas y La Caja de Canarias.


y finalmente una frase del Roto en El Pais que me impactó con la crudeza inteligente que le carateriza:


" A ver si vuelve la sensatez a los mercados y podemos segir con la locura"

Estoy leyendo ¿Qué hace una persona como tú en una crisis como esta? de Leopoldo Abadía precisamente la palabra "cordura" es la protagonista del texto...pero de esto os hablo otro día.



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