jueves, 30 de septiembre de 2010

Una charla con empresarios en Ejea: Los Bancos una vez más.

Me invitaron el jueves pasado mis amigos de Sofejea para charlar un rato con los empresarios locales con la finalidad de mostrar los servicios de las organizaciones empresariales CEZ y CREA y un poco sobre como veíamos la situación empresarial.

Como suele suceder en estos casos, además de lo programado charlamos, en una muy agradable tertulia, de un montón de cosas más . Hablamos de que existen sectores y tipos de negocio que han de plantearse una reconversión, del sobreesfuerzo que supone emprender en zonas rurales, pero de lo que más hablamos fue de las entidades financieras.

Comentamos que hay una contención del crédito, me comentaron la frase de que "los bancos te dejan el paraguas cuando no llueve y te lo quitan cuando truena"...bueno, en muchos casos tenían razón… y en otros aunque no tanto, tenían todo el derecho del mundo a quejarse porque a fin de cuentas son los pequeños empresarios los principales damnificados.

Yo lo único que les comenté es que tenemos que concienciarnos de que han cambiado las reglas del juego en la relación empresario-bancos, no me meto a decir si de manera tramposa o no, que igual sí. Y les repetí la frase que me dijo hace no mucho un directivo de una entidad financiera. “Dar ahora crédito fácil es como dar azúcar al diabético, seguramente nos hemos equivocado, pero seguir por ese camino complicaría aún más la situación. Tienes, (como si yo pudiera) que transmitir a tus usuarios que hay que volver a la manera de pensar de nuestros padres: Empezar poco a poco, con una aportación propia a complementar por una bancaria en porcentajes equilibrados, y con una previsión de posibles problemas de liquidez que nos obligan a un control estricto del gasto”

Hombre, tenía razón, lo que pasa es que aun me acuerdo cuando el comercial de la entidad bancaria (disfrazado con el nombre técnico que queramos) venía a nuestras empresas a vendernos una ampliación de la cuenta de crédito con la finalidad que fuera... (con la que fuera). Es cierto que en algunos casos la palabra moderación no ha existido, pero me parece muy fuerte echar la culpa sólo a unos y no a otros. Parece que como decía mi abuelo “lo más fácil es siempre echarle la culpa del accidente al muerto”.

Bueno como siempre una buena experiencia ir a Ejea en donde me tratan desde hace más de diez años como en mi casa y donde siempre aprendo mucho.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

De esto hay mucho que hablar. ¿ Sabes lo que es la titulización de activos? Pues eso...

Javier Val dijo...

En el porqué nos hemos metido y nos han metido en esto, efectivamente hay mucho que hablar.Lo que veo cada dia son unas microempresas asfixiadas por la falta de liquidez... entre otras cosas.

En cualquier caso creo y es lo que dije el otro día, estamos gastando mucho tiempo en buscar porqués(que está bien) pero ahora tal y como están las cosas hay que buscar soluciones concretas.
Ya sé que todo está interrelacionado, pero prefiero que en las reuniones el microempresario hable de sus problemas y soluciones locales que de lo malo que ha sido madoff.
Gracias por el comentario...

Anónimo dijo...

La falta de liquidez de las empresas es lo que asfixia a los pequeños empresarios. Y el problema viene de que estaban acostumbrados a contar con una liquidez que no era real, fomentada desde los mismos bancos.

Y sí, la culpa es de la cultura de "gasto más que tengo", una concepción que no tenían nuestros padres ni nuestros abuelos. Se invertía y gastaba lo que se tenía, no lo que no se tenía o a lo mejor llegaba..supongo que todo parte de una concepción errónea.

Pero estoy de acuerdo contigo que conste.

Javier Val dijo...

Si anonimo, una liquidez que no era real, pero además agravada con el problema de la incertidumbre. Empresas que tenían una cuenta de crédito que nunca habian tenido un fallido y que de la noche a la mañana la han visto mermada o directamente eliminada por desarrollar su trabajo en un sector de riesgo.
La característica de esta crisis, a mi modo de ver, es la incertidumbre... nadie nos atrevemos a dar un pronóstico a futuro. De esto tengo que hablar otro dia.