Decir que estamos en crisis es una obviedad y negarlo una estupidez, entre medio sin embargo, deberíamos acostumbrarnos a sacar matices, porque no basta con decir que la cosa está mal sino que será necesario ver de que manera evoluciona la crisis en cada sector y en cada tipo de negocio.
Hay que ser valientes para decir que hay sectores que necesitan una fuerte reconversión y otros que no dan más de si y desaparecerán en breve. Tipos de negocio que han tenido durante muchos años a lo público como principal cliente (ahora se ven con problemas importantes de liquidez, si no de solvencia) y existen también otros en los que se han equivocado de enemigo ya que les han hecho más daño los pequeños negocios de baja calidad que las grandes superficies que aparentemente eran su competencia. El consumo ha variado y los hábitos del cliente también sólo aquellos que vean la tendencia y sepan anticiparse sobrevivirán.
A partir de este momento cuando la gente me pregunte sobre cómo van las cosas ya no diré solamente que van mal, tendré que decir que depende de qué me está preguntando. Que cada español coma de media un cuarto de pollo es malo pero peor es que un español se coma un pollo y otros tres no coman nada. Decir sólo que la cosa va mal es perder la visión del detalle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario